Mademoiselle Why Artwork

miércoles, febrero 07, 2007

Ancianidad y educación


Los ancianos, ese sector ocioso que vive de viaje en viaje con la incerso. Ese agente social cuyo único objeto acaba siendo el cuidar de los pequeños e inquietos nietecillos. Esos abuelitos carismáticos que te sonríen por la calle y afirman que la juventud de hoy en día somos unos maleducados.

¿Maleducados? ¿He de hablar de maleducados?

Me parece realmente indignante que una persona, por anciana que sea, se aproveche de que le queda poco tiempo de vida para aprovecharse de los más jóvenes. ¿Cuántas veces se me han colado en el supermercado? Claro, te miran con ojitos tiernos y debes sentir penita, sonreír y pensar: "Pobrecito, que está achacoso", dejándole posteriormente campar a sus anchas, pagar con céntimos al pobre cajero y recoger las bolsas cual tortuga coja.

¿Cuántas veces se han aprovechado de su vejez? ¿En cuantas ocasiones pueden hacerlo?
A lo largo de mi vida he tenido que oír sus comentarios obscenos por la calle; esquivar sus esputos expulsados de sus gargantas de la forma más imprudente; soportar sus empujones; su manía de acaparar toda la acera andando cual caracol sin piernas y, como no, soportar los comentarios despectivos de las viejas relamidas.

Pero no, no era suficiente y han decidido llegar a su máximo, al culmen de la mala educación.
Ayer estaba con unas amigas tomando un café cuando un grupo de ancianitos se sentó a nuestra derecha. Nada extraño, gente encorvada de pelo cano con esa tendencia ruidosa de adolescente de trece años.
Poco a poco fueron invadiendo nuestro espacio, desplazándose hacia la mesa contigua dejando a mis dos compañeras totalmente encerradas y aplastadas por sus cuerpos arrugados. Adiós espacio vital. Seguíamos nosotras tan tranquilas (un poco molestas por el abuso espacial de los ancianos) cuando llegaron cuatro más pertenecientes al mismo grupo y se quedaron de pié a nuestro alrededor decidiendo si se cambiaban todos de mesa. Entonces, una de las ya sentadas dijo "tranquilos, ellas ya se van".

¡¡Y nos fuimos!!
¡¡Nos invadieron y expulsaron!!

Estoy indignadísima. Cuanto más mayores, más maleducados.

7 comentarios:

Marisol dijo...

Es lo que yo llamo la insolencia de la vejez... Es que tienen huevos.

Yo también me apunto a esta causa.

Janer dijo...

dicen que somos antipáticos y mal educados, pero como quieren que salude a una señora, que cuando me ve, agarra su bolso con las dos manos y me mira de reojo y como diciendo, si te acercas algo gritare...

que cachondeo es este? ni q fuese con pintas xungas.

Òó no lo voy, verdad?

aun así, cuando paseo por el barrio y cruzo junto alguien mayor le saludo...

Jill dijo...

Pues yo empiezo a cansarme, veo muy triste que hagan esto sin ningún tipo de piedad.

Si viese a mi abuela hacer cosas como estas me llevaría una gran decepción >_<

Anónimo dijo...

Avui me n’han feta una per l’estil. Una vella amb gueato ha creuat a una curva sense visibilitat. Casi l’han matada i evidentment era culpa seva. Jo l’he mirada malament i me diu «què? què passa?». Li contesto «Crec que vos no ho ha fet gens bé, miri lo que casi causa».

Podeu imaginar la resposta de la mala puta? «quan arrivis a la meva edat ho entendràs».

Marisol dijo...

I que hem d'entendre? Què quan siguim vells, serem imbècils?

Són de lo que no hi ha...

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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