Desde luego, nadie me puede decir
que los gatos no lo han hecho bien. Sí, no desarrollaron los pulgares
como nosotros (¿o
sí?), pero consiguieron un aspecto, una forma de moverse y de
existir, que despierta la ternura más infinita a todo aquel que tenga
corazón. Es ver un gatito abandonado, oír uno
de sus lastimeros maullidos, y estar dispuesto a que te coma la cara con
tal de que sea feliz. Así de listos han sido los gatos.

Pero no, por muy mono que fuera, a
pesar de que me hubiera robado el corazón, la bola de pelo no se podía
quedar en mi casa. El síndrome de Noé tiene un límite y creo que en mi
hogar (con dos perros, un conejo, dos ardillas y treinta pájaros) ya
hemos cumplido de sobras el cupo. Además, no le podríamos dar una vida
cómoda y feliz con dos cánidos intentando comerse sus tripas todo el
tiempo. No es apetecible llegar a casa y descubrir que han barnizado el
suelo con vísceras de gato, me sabe mal.
Buscarle un nuevo hogar
fue una odisea. Es curioso, los gatos son la mascota de Internet
(¿sabíais que si no te gustan te cortan la conexión?) pero nadie quiere
uno. La gente se pasa horas descojonada mirando
fotos y vídeos de gatos haciendo el puto subnormal y no quiere tener uno
en su casa y verlo en directo. Es casi tan triste como jugar a Los Sims (hola, juego a tener una vida,
trabajar y pagar facturas).
Otro aspecto que no tuve en cuenta es que
la gente que quiere gatos ya los tiene y, si no es así, es porque les es
tan imposible como a mí. Es tan fácil conseguir un gato que casi me
extraña que no los regalen al comprar el pan. O no hay suficientes
restaurantes de comida asiática o (agarraos a la
silla no os caigáis del impacto emocional de lo que viene a
continuación) todo lo que dicen sobre sus ingredientes es mentira. No,
si al final el Chopsuey no va a ser de gato. Menuda decepción, casi peor
que la de los Reyes Magos.
Al final tuve suerte y Kurai
me encontró a sus nuevos dueños. Personas encantadoras que me envían
fotos de Chucrut, ahora rebautizado como Cooper, siendo mimado en su nuevo
hogar. Estoy contentísima.
Cooper en su nuevo hogar. :)
Si alguien se ha quedado con ganas de
tener gatos (y es una persona buena y responsable) mi cuñada tiene dos
chiquitines para regalar, que se ponga en contacto conmigo. :)