Los pedagogos dominaremos el mundo

Aún no lo sabéis... los pedagogos dominaremos el mundo.

Supongo que muchos de vosotros habréis interpretado mi gran frase célebre como un signo de egocentrismo y de amor exacerbado hacia mis estudios universitarios, sin embargo os equivocáis... mi gran frase célebre tiene tras de si muchas horas de reflexión.

Todo surge de la gran influencia que ha tenido en la sociología educativa la sociología de la educación marxista, la cual afirmaba que la educación era un instrumento capitalista para garantizar su posición y perpetuar la división social. Era, al fin y al cabo, una herramienta para crear obreros sumisos cuyo único objetivo fuese el salario.

Desde entonces la educación formal ha sido considerada, a parte de transmisora de conocimientos, como un elemento sociabilizador que transmite los valores de la cultura predominante del país; y no sólo eso, sino que también se le considera una herramienta para la producción de personas "útiles" para la sociedad. Personas cuyo sistema (normalmente económico) necesita, con unas actitudes determinadas.
La transmisión de dichos valores y actitudes acoge el nombre de currículo oculto.

Así pues según el tipo de ciudadano que el sistema desee se opta por un tipo de educación u otra. Una educación basada en la repetición sin espíritu crítico y sin estimular la curiosidad creará personas sumisas que acepten todo lo dado por verdadero y cierto; en cambio, una educación centrada en la búsqueda de información, la selección de la misma, la colaboración, la crítica y la estimulación de actitudes como la curiosidad creará una sociedad colaborativa y crítica. Unida para el desarrollo de la misma. Y así miles de variantes educativas que darán como resultado diversos tipos de individuos útiles para cada tipo de sociedad.

Si la educación es una herramienta tan importante para el desarrollo de la sociedad. ¿No es interesante la idea de poder controlarla?