Reacciones de emergencia

"Jumper es el claro ejemplo de la tendencia actual de cuantos más efectos especiales, más fallos en el argumento y en el diálogo de un film", esto era el principio de lo que iba a postear ayer tras ir a ver una película que ya me advirtió Yaiza de que no me iba a gustar. Me iba a dedicar, con ello, a criticar intensamente las películas de acción vacías que se centran en las explosiones, los cambios de lugar instantáneos y tonterías varias que es posible encontrar hoy en día en cartelera. Todo ello aprovechando el nerviosismo del debate de anteayer y con la mala leche de haber tenido un día realmente malo (una hora viendo pasar autobuses llenos hasta los topes, ocho horas seguidas sin descanso para comer de clase y un fin de jornada en el cine viendo una película terrible).

Sin embargo, al llegar a casa recibí una llamada de urgencia de mi abuela. Allí se acabó mi mal humor, mi cinismo, mi hiperactividad y mi nerviosismo.

Es increíble cómo ante una situación imprevista el ser humano es capaz de bloquearse totalmente, ya que va totalmente en contra del instinto de supervivencia.

En cuestión de segundos mi padre y mi hermano ya estaban en el coche para llevar a mi abuelo al hospital. En cambio, yo me habia quedado totalmente paralizada, helada: no solo era incapaz de hablar como una persona normal, sino que no podía balbucear sin tartamudear, ni pensar con claridad. Creo que tartamudeaba hasta en pensamientos.

Cuando mi madre y yo llegamos a urgencias pude hablar un rato con mi abuela de lo que había pasado y del por qué no había llamado directamente a una ambulancia: Se bloqueó del pánico, no era capaz de recordar ningún número y tuvo que buscar en la agenda a quién llamar. No recordaba ni el 112.

Ante este tipo de situaciones cada uno se enfrenta a las emergencias como puede: mi abuela y yo nos bloqueamos, mi padre expresó su nerviosismo con una inusual mala leche, mi tío y mi madre con preocupación y mi hermano,con un par, logró controlar la situación y mostrarse tranquilo y racional.

La psicología de la emergencia afirma que la reacción ante una emergencia es muy importante. La forma de afrontar la situación aumenta o disminuye las posibilidades de que la persona que lo precise reciba la atención sanitaria necesaria. Teniendo en cuenta esto puedo decir que la reacción más inapropiada fue la mía y que es necesario que cambie para próximas ocasiones.

Ahora, con mi abuelo ingresado y controlado, estamos bastante más tranquilos y hemos aprendido la lección para otras ocasiones. Está claro que es necesario un plan de actuación ante situaciones de este tipo (sobre todo para los más mayores de la familia), así sabremos cómo actuar en todo momento a pesar de que la tensión nos impida pensar con claridad.