De marcha con VIPs

II Edición Carnival Freak

Saliendo de marcha con personajes históricos

Siempre he odiado participar en deportes de equipo. Cuando era pequeña y el profesor de Educación Física organizaba algún juego de este tipo entraba en estado de alerta. No era el formar parte de un equipo, no era el temor a las pelotas (tampoco a las de cuero)... era la fase de elección de jugadores.

Dos alumnos eran separados del resto de la clase para ser los capitanes e ir eligiendo de forma alternativa qué jugadores querían bajo su mando. Evidentemente el orden de elección era correlativo al de popularidad. Si eras el último sólo podía significar que eras el equivalente al Steve Urkel de tu colegio, eras el margi al que le tiraban la mochila por la ventana.

Cuando se propuso el tema del Carnival Freak de esta semana no pude evitar sentirme como uno de esos capitanes de equipo: henchida de poder. Ha sido como tener a toda la gente importante de la historia frente a mí y poder escoger a placer mientras que a los desechados alguien les pondrá vello púbico en los pupitres.

Como soy una avariciosa al final me quedo con cuatro personajes:

El café de la mañana lo tomaría con el señor Rousseau, filósofo político, creador del republicanismo e inspirador de gran parte de los objetivos de la Revolución Francesa.

Es un personaje con el que me apetece mucho conversar. En su época sus ideas fueron revolucionarias, radicalmente de izquierdas, y hoy en día un ideario como el suyo sería considerado de la derecha más conservadora y rancia. Me gustaría preguntarle qué piensa de la sociedad actual y qué se siente al haber asentado las bases de la pedagogía moderna (y, de paso, explicarle qué es eso de la pedagogía).

A la hora de comer llamaría al señor Asimov, uno de mis escritores favoritos, para ir a un japonés. Entre nigiris, makis y algunas Asahi hablaríamos largo y tendido sobre Ciencia Ficción, sus libros y sobre lo que esconde su mente en general.

Finalmente, al caer la noche, me iría de juerga con Lilith. Según la leyenda fue la primera mujer de la historia. Ella fue creada a la vez que Adán a partir del mismo barro y del mismo aliento de vida. La convivencia de la pareja no fue fácil, pero la gota que colmó el vaso fue cuando Adán quiso que ella estuviera debajo en el acto sexual porque la consideraba inferior a él. Ella, ferviente defensora de la igualdad de géneros, le mandó a la mierda y se marchó del Paraíso... y recorrió un largo camino explorando su sexualidad.

¡Bien por ella!

Nuestra juerga sería épica. La noche empezaría por esos típicos cócteles de colorines que sólo pueden tomar mujeres y aquellos varones muy seguros de su sexualidad. Me interesaría por su trayectoria vital a partir del exilio del Paraíso y luego le preguntaría sobre los truquillos sexuales que aprendió en aquellos tiempos (a ver si me puede enseñar algo nuevo).Después saldríamos a bailar como posesas y a flirtear con actores y cantantes históricos... eso sí, con los guapos: River Phoenix, Kurt Cobain (que no me guste su música no significa que no esté bueno), Jim Morrison... hasta que diera con James Dean y nos fuéramos entre risas, caricias y coqueteos a un sitio más íntimo... a seguir con la fiesta.