Fail de examen

Llegué a clase y me encontré el típico panorama previo a un examen listening de inglés: alumnos correteando y charlando por doquier. Las mesas, que normalmente están distribuidas para facilitar el trabajo en grupo y la conversación en lengua extranjera, se habían colocado en filas ordenadas y separadas para dificultar que nos copiáramos entre nosotros.

Me senté por delante y preparé todo lo necesario. Tranquila, sin nervios. Al fin y al cabo este tipo de pruebas sólo constan en enterarte de qué están hablando y responder las preguntas pertinentes o rellenar los huecos vacíos. Muy fácil todo, ¿no? Error.

Llegó la profesora y el conjunto de la clase siguió con la juerga. Colocó el radiocassette y, sin pedir silencio ni nada, le dio al play sin contemplaciones. Voces en inglés se fundieron con las de mis compañeros. No oía nada, no entendía nada. La profesora, con total tranquilidad, dibujaba en la pizarra lo que adjunto a continuación con una serie de números y letras aleatorias sin ningún tipo de lógica aparente.

El sonido del radiocassette cesó, no me había enterado de nada y mis compañeros callaron repentinamente. La concentración se podía palpar de golpe en el ambiente y todos empezaron a dibujar lo que la profesora había puesto en la pizarra y a rellenarlo sin problemas. ¿WTF? ¡El listening era las instrucciones para rellenar el juego lógico de la pizarra! ¿Cómo sabían hacerlo todos si no habían estado escuchando? ¿Qué tiene que ver hacer un sudoku surreal con el inglés?

Me quedé helada, con el folio en blanco frente a mí, sin saber qué hacer. Los otros respondían aquello a gran velocidad mientras les miraba con cara de gilipollas. Estaba más perdida que una rana en un garaje.

Decidí utilizar la lógica e intentar hacer el ejercicio sin las instrucciones. Cogí el lápiz y empecé a probar secuencias lógicas, números... a rellenar y borrar como una posesa. Sentía mi cerebro arder del esfuerzo, el estómago contraerse de los nervios y la cara arder de la vergüenza. ¿Cómo podía haber tantos recuadros para rellenar y tan pocos números? ¿Qué pintaban las columnas del centro que representaban la simbología típica de un teclado de ordenador? ¿Dónde coño estaba el sentido de todo aquello?

Sin saber cómo, conseguí hacerlo. Levanté la vista y descubrí una clase vacía, estaba tan ensimismada con aquello que no me había dado cuenta de que el examen había terminado hacía dos horas.

Me he despertado inquieta, con un nudo en el estómago y totalmente convencida de que lo relatado era real. Ayer me costó horrores dormirme y tuve un montón de pesadillas.

Mañana tengo el listening. Esperemos que no sea una señal... no existirá ningún juego así, ¿verdad?

Deseadme suerte.