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miércoles, enero 29, 2014

ABC y su Aula de la sexualidad

Es imposible obviar las tendencias ideológicas del periódico ABC en cuestión de sexualidad, patentes con total claridad en la sección "Aula de Sexualidad", escrita por los integrantes del Proyecto educación de afectividad y sexual humana de la Universidad de Navarra, un centro privado con proyecto educativo de identidad cristiana. Queda claro, entonces, que el posicionamiento de estos escritos siempre tenderá hacia lo que el catolicismo más castizo ordene.

Su andadura contra el autoamor comienza en un artículo dedicado a dar respuesta a la pregunta de si la masturbación es perjudicial para la salud, en el que se afirma que no existen estudios que avalen que pueda ser beneficiosa y que, por el contrario, puede indicar una insatisfacción personal que podría llevar a la pérdida del control. Escalofriante que una Universidad sea capaz de dar información de una forma tan sesgada y manipuladora... y de admitir públicamente que surge de uno de sus departamentos.

Cualquier conducta compulsiva y obsesiva en la que la persona no pueda controlarse es un indicador de que algo anda mal (ludopatía, alcoholismo o bulimia, por ejemplo) y requiere ayuda. Cuándo hablan de la pérdida de control se refieren, claramente, a lo que conocemos como adicción al sexo. Darle a la zambomba no te lleva a la erosión manual y genital, al igual que jugar al mah-jong o tomarte una cerveza los fines de semana no te van a llevar a la inadaptación social. El problema sólo existe cuándo realmente existe una falta de control de impulsos que te perjudica a ti o al desarrollo de tu vida, suponiendo el abandono de actividades sociales, ociosas, académicas o laborales.

Pero lo mejor del artículo es, sin duda, su final:
Sin embargo nadie tiene por qué llegar a ese punto. Y esto se consigue aprendiendo a superar las “falsas promesas” de la masturbación que tienden a la inmadurez y al egoísmo. El aprendizaje del amor consiste en fortalecer el autodominio y que tomes “las riendas” de tu sexualidad y, en definitiva, de tu personalidad (www.educarhoy.org). Prepárate para una sexualidad llamada a ser vehículo de encuentro, relación, amor y vida. Así, la sexualidad adulta resultante podrá ser una sexualidad de entrega mutua y personal. Aprende a abrirte a los demás, desarrolla tu personalidad y crece en autocontrol porque solamente quien es dueño de sí puede entregarse libremente y ser verdaderamente feliz.
Tocarse íntimamente no es un signo de inmadurez y egoísmo, panda de desgraciados manipuladores, es algo perfectamente normal que no definirá tu sexualidad adulta de una forma negativa. Es indignante que se atribuyan esos juicios de valor para estigmatizar y disuadir a la juventud de tomar las riendas de su propia sexualidad, lo que implica tener la libertad de explorarla (o no) sin ser presionado, juzgado, criticado o atemorizado por ello. Es alarmante que los autores del artículo sean académicos dedicados a la educación afectivo-sexual. Normal que no firmen con sus nombres semejante mierda, yo también me me avergonzaría y escondería.


1 comentario:

Tarambana dijo...

El artículo sobre la masturbación no hay por donde cogerlo. Empieza diciendo (más o menos) que como no hay (o ellos no han encontrado) estudios científicos que digan que es beneficiosa, entonces es que es perjudicial...
Pues yo no he leído ningún estudio que diga que leer el ABC es bueno para la salud, así que siguiendo su lógica, debe ser un auténtico peligro para la salud pública...

Pero es que es todo un batiburrillo bastante penoso. En primer lugar porque parece que cargan contra la masturbación pero en realidad cargan contra las conductas compulsivas. Cuando uno lee el artículo entero, la conclusión es que el "autoamor" (gran expresión, por cierto :D ) no tiene nada malo. Si acaso lo que es preocupante es marturbarse de manera compulsiva (pero es que también preocupante lavarse las manos de manera compulsiva o comer de manera compulsiva o leer el periódico de manera compulsiva, porque lo preocupante es la parte de "compulsiva", no la de la actividad en sí).

Lo peor de estos artículos es que parecen diseñados para engañar a su propio público.