Con There will be blood ya casi he terminado mi pequeño proyecto personal de cara a los Oscars (la única que me queda por ver es Michael Clayton).
Tras un título horriblemente traducido como Pozos de Ambición, Paul Thomas Anderson (nominado en las categorías de mejor dirección y mejor adaptación) nos presenta un drama ambientado en "boom" del negocio del oro negro a finales del siglo XIX: cuando la extracción de petróleo en California era una carrera a contrarreloj.
La historia nos muestra el declive moral de Daniel Plainview (Daniel Day-Lewis). Cómo, a raíz de un accidente que le aleja irremediablemente de su hijo, la ambición, la avaricia, la competitividad, el éxito y la soledad, corrompen cada aspecto de su vida.
A pesar de que el metraje me resultó demasiado largo, he de decir que la película me encantó.
El enfrentamiento entre los personajes de Daniel Plainview y el predicador Eli Sunday (Paul Dano) es genial. Sus tensiones se mantienen hasta el último momento y la interpretación de ambos actores es sublime, son de destacar los ataques de ira del primero y los sermones del segundo (me provocaron escalofríos).
La historia engancha totalmente gracias a que la personalidad del protagonista te hace estar expectante a la tragedia que se intuye. Otros ganchos del film son las estratagemas que realiza Daniel para conseguir sus objetivos y mejorar en el negocio y la evolución de su personaje a lo largo del film.
There will be blood tiene muchas posibilidades de llevarse el Oscar a la mejor película y Daniel Day-Lewis el Oscar a mejor actor... ¿Debo apostar por ellos en mi pequeña porra personal?
1 comentario:
Me la apunto, que tengo al cine muy olvidado... ya te contaré si me ha gustado o no (y prometo no reñirte si no :p ).
Un saludete de viernes a diez minutos de dalir del curro y empezar el fin de semana...
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