Mademoiselle Why Artwork

miércoles, mayo 06, 2009

Oye... ¿quieres?

La gente no sabe lo afortunada que es al poder miccionar sin miedo, lo dice una persona que desde anteayer tiene fobia a los servicios. Es un privilegio del que creemos que gozaremos durante toda nuestra vida, inconscientes de que en algún momento tendremos que hacerlo mordiendo algo para ahogar nuestros alaridos de dolor. Desde ese momento cuando alguien te dice "voy al baño" sientes la envidia, el rencor hacia aquel que puede desahogarse sin lágrimas, sangre, ni sufrimiento.

Ayer por la noche me vi finalmente motivada para ir a urgencias. Supongo que ya se puede intuir por qué.

La sala de espera estaba abarrotada de gente absorta con el fútbol (resulta que ahora ponen los partidos en las salas de espera de los hospitales, por si te estás desangrando y no quieres ir al médico por no perderte un gol). Me senté y esperé cuarenta y cinco minutos hasta que una auxiliar se presentó ante mi y me ofreció un bote. Me arrepentí haberme sentado justo debajo de la tele, lugar estratégico para que todas las miradas captaran la escena en su plenitud. No hicieron falta palabras, todos sabíamos lo que debía hacer... todos excepto mi madre, que hizo su aparición por si a alguien le había quedado alguna duda.

"¿Para qué es?"

Nunca, repito: nunca hay que preguntarle a una auxiliar que en breves acabará el turno la función del misterioso bote que te dan delante de toda la plebe. No te contestará, te lo gritará sin miramientos.

El inconveniente de todo este asunto no es que al decir que vas a "empolvarte la nariz" todos sepan que estás mintiendo. El problema, el gran problema, es que saben que vas a salir con un botecito de pipí recién salido de fábrica y todos desearán verlo.

Sí, parece absurdo, pero cuando llevas dos horas echando raíces en la sala de espera de un hospital siempre tienes la esperanza de que aparezca un nuevo paciente con algún miembro amputado. En el caso de no tener tal suerte, siempre te puedes conformar evaluando los síntomas de tus compañeros de silla y el tiempo que les queda de vida. Así que un botecito de pipí recién exprimido puede ser un entretenimiento muy interesante para personas que mueren de aburrimiento y se consuelan con el sufrimiento de otros.

Es por eso que al tomarte una muestra de orina de forma autónoma dejas de ser un paciente: te vuelves un traficante. Ellos quieren ver lo que llevas y tú esconderlo, como si el pipí fuera ilegal, como si se inyectase. Lo ocultas entre tus manos sin atreverte a meterlo en el bolsillo por las posibles consecuencias. Notas que te observan, bajas la mirada, disimulas: tú no llevas nada, que a ti no te registren. Quieres librarte de la mercancía rápido para que no te lleven p'alante, te giras hacia el que está a tu lado, bajas el tono de voz y se lo susurras... "Osheeee... ¿Orín? Veinte pavos el chupito.

Hay cosas que son difíciles de contar sin resultar ligeramente soez... lo importante es que lo he intentado.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Iba a decir eso de "yo una vez...", pero creo que te ahorraré los detalles escabrosos XD Sólo decirte que entiendo esta parte "La gente no sabe lo afortunada que es al poder miccionar sin miedo, lo dice una persona que desde anteayer tiene fobia a los servicios." muy bien. Es una de las cosas más jodidas y más incómodamente situadas que he tenido que pasar en mi vida, así que espero que la visita al médico al menos te diera una solución.

pd: Me acabo de acordar de una cosa que me contó mi madre un día que fue a hacerse unos análisis y había una señora mayor que salió del baño con uno de esos botecitos, relleno a rebosar y sin tapar, y se lo colocó a la recepcionista en la mesa: "¿Así va bien?"

Casi hubiera deseado sufrir un análisis de sangre sólo para verlo xDDDDD

Misaoshi dijo...

A mi solo me hicieron mear una vez y fue en urgencias en la clínica Rotger y ahí desde que te levantas de la sala de espera te meten en una habitación y no sales de ahí, meas ahí y todo (tiene un báter preparado), me hicieron hasta una ecografía detrás de donde meé xD

Tenía una infección de orina y gastroenteritis (la ecografía era por si estaba preñada y la orina dio negativo... por las náuseas y vómitos y tal).

Pero claro, ventajas de ser una clínica privada. Todo queda en casa.

Y bueno, espero que te cures pronto. La medicación me hizo efecto a los pocos dias, aunque como me la detectaron en sus comienzos (tenía molestias pero no le dí importancia) no tuve que sufrir tantos dolores.

Té Rojo dijo...

Madre mía, sólo leyéndolo ya me esta dando algo X____D
Míralo de este modo:
ya pasó...

El resto de gente probablemente ya ni se acuerde.

Recupérate pronto =***

Kaworu dijo...

Yo tuve problemas de esos una vez una vez, pero fue por algo distinto...

El Zorrocloco dijo...

Tía, sólo te ha faltado decir que lo tenías calentito entre las manos XDDDD

Yo verguenza cero. Es pis, verguenza ellos, que tanto interés tienen. Tenías que haberlo levantado bien alto y decirle al que te estuviera mirando: "Hay más de donde vino este, por si quieres" XD

Mr Blogger dijo...

Venga, espero que ya estés mejor :).

UrothJRazail dijo...

Podrías haber gritado "¡¡GOOOOOOOOOL!!" y salir oculta entre las sombras con tu botecito abrazado mientras todo el mundo se daba cuenta del engaño.

También podrías haber preguntado al auxiliar en voz alta que si tenía unos tapperwares para dejarte, que a esa gente se la veía con ganas de llevarse un recuerdo a casa.

Edleber dijo...

A mí eso ya me ha pasado un par de veces en menos de un año, de hecho mañana tengo que ir a por los resultados de la analítica completa que me hicieron la última vez

(Siempre hay cosas peores... Cosas como que te den dos botecitos para llenar y que tu santa madre se ofrezca en un arrebato a llevarlos ella, porque se debe pensar que una se ha vuelto de repente una incapacitada... y uno de los frascos acabe derramado por el suelo y...)

Marctc dijo...

Al relacionar orina y droga, me ha venido a la mente esta portada:

http://2.bp.blogspot.com/_KWAuJZ5BRpU/SdokX2-2pjI/AAAAAAAAAN4/yJg0eQFh07Y/s400/Front.jpg

:)

Carcayú dijo...

Con lo aficionada que eres a las fotos, ¿no hiciste ninguna para ilustrar la narración? xD
Lo peor de todo es esa sensción tibia que desprende el botecito, te hace sudar las palmas de las manos y te obliga a agarrarlo histéricamente con más fuerza por miedo a que se caiga, se desparrame y todas sus consecuencias bochornosas...

Neutrino dijo...

Lo mejor en las salas de espera de hospitales son los detallados informes de las enfermedades que padecen los viejecitos. Te lo sueltan sin haberles preguntado nada.

Espero que estes bien

Juan Carlos dijo...

Pues la descripción es estupenda de la sala de urgencias. Me gustó tu entrada y espero que ya estás bien

Arguez dijo...

En adelante miraré mi taza del wc de otra forma.

Gracias por recordarnos lo maravilloso que es miccionar e privado.