La elaboración de ondas de odio es muy compleja y para su perfecto dominio es necesaria una constante práctica con amplios conocimientos teóricos.
Para comenzar es necesario comprender exactamente qué es el odio. Podemos definir el odio como un sentimiento lleno de connotaciones negativas que suponen la aversión (racional o irracional) hacia un elemento que hace peligrar nuestro bienestar físico o psicológico. Solemos decir que es lo contrario al amor o a la amistad porque generalmente desata ansias de destrucción o autodestrucción.
La creación de ondas de odio se basa en este último punto, en el ansia de destrucción de aquello que nos irrita hasta enloquecernos, y como defensa a la incapacidad social y moral de eliminar al objeto discordante de nuestras vidas en el caso que sea una persona.
Este sentimiento provoca la activación las glándulas suprarrenales situadas en nuestros riñones. Estas liberan unas hormonas llamadas epinefrinas (adrenalina) que aumentan el ritmo cardiaco, la presión sanguínea y la respiración; a la vez agudiza nuestros sentidos y prepara nuestros músculos para la acción. Como toda esta energía no tiene salida (por cuestiones legales y toda esa parafernalia) es concentrada en nuestro cuerpo y se desprende lentamente por cada uno de nuestros poros creando lo que llamaríamos un clima de tensión.
La energía no se crea ni se destruye, tan solo se transforma; utilizaremos la emanada por nuestro cuerpo para la creación de ondas.
Como bien sabemos una onda es el resultado de una perturbación desplazándose en un medio transportando energía.
En este caso las ondas son no-periódicas (pulsos aislados) de choque progresivo y esféricas (o tridimensionales).
Al ser de choque progresivo, al igual que las producidas por explosiones, pueden mover objetos e incluso destruirlos. Por lo tanto es importante que tengamos en cuenta que al ser también tridimensionales (expandiéndose hacia todos los sentidos) hay que tener extremo cuidado en su utilización. Debemos tener en cuenta factores cómo el lugar en el que nos encontramos y las personas inocentes que se encuentran a nuestro alrededor. Es imprescindible velar por el bienestar fisico de personas ajenas a nuestra aversión que puedan recibir el choque y el de nosotros mismos si nos encontramos en un edificio que pueda desmoronarse a causa de la energía liberada.
Sabida ya la teoría pasemos a la praxis.
¿Cómo crear ondas de odio o destrucción? Muy sencillo:
Como ya he explicado anteriormente: la activación de las glándulas suprarrenales y la liberación de hormonas epinefrinas por nuestro cuerpo libera energía de odio que se queda dentro de nosotros y que es expulsada lentamente creando lo que llamaríamos un clima de tensión o aire denso gelatinoso que puede ser cortado con un cuchillo. Es esta la energía que utilizaremos.
Para crear ondas tan sólo debemos detener la salida de energía completamente durante unos quince segundos para expulsarla de golpe. Esta saldrá con gran fuerza provocando la onda que buscábamos.
El objetivo es que impacte en la persona deseada desplazándola ligeramente en la dirección contraria a nosotros provocándole un desconcertante dolor punzante. Si se repite la operación durante un rato podemos expulsarla de la habitación e incluso eliminarla sin dejar ningún tipo de prueba fisica con la cual condenarnos por homicidio premeditado.
3 comentarios:
weno, otro truquito:
como en una onda no se crea energia, al ser esta expansiva, la superfície de la esfera aumenta con el tiempo/distancia al origen. Esto provoca que cuanto mas grande se haya hecho la onda, menos energia por unidad de superfície tendrá. Así que para un uso más eficiente de las ondas hay que colocar el origen lo mas cerca posible de el destinatario ;)
Según leia he ido siguiendo las instrucciones y OMFG he rajado la pantalla del portatil y algunas teclas han salido volando.
Truco para crear rayos de odio que concentran la energía en una sola dirección y llegar aun más lejos, juntar las manos tipo KameHame e imaginad la cabeza de Bush entre las manos ;)
Mmm interesante a la par de útil y divertido.
Tengo que aprender a controlarlas, estará bien poder hacer ciertas cosas a cierta gente sin que se enteren ñañaña
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