Al fin estamos en vacaciones de Semana Santa y se nos permite disfrutar de diez días de libertad.
Es tradición en Mallorca que en estas fechas el tiempo decida romper la rutina del sol primaveral y "deleitarnos" con nubes, frío y lluvias.
La solución más óptima es aprovechar estas fiestas para irse de viaje, pero la escasez de fondos provocada por mi querido portátil me impide mirar las agencias de vuelos con ojos golosos. Una desgracia, ya que no sólo me encuentro atrapada en una isla, sino que mi estómago decidió morir hace unos días.
Dadas las circunstancias es comprensible que tenga que disfrutar (más de lo deseable) de la compañía familiar. Mientras, rezo para que mis padres se apiaden de mí y decidan modificar un poquito el menú según mis necesidades digestivas. Para no morir ahogada por mis propios jugos gástricos.
Sin embargo no es fácil, los alimentos tradicionales de Mallorca en estas fechas me persiguen. Comida totalmente inapropiada para un estómago dolorido e irritable.
Una de las cosas que más me gustan de Semana Santa es la elaboración casera de todo tipo de repostería típica de las fechas. Es "típical mallorquín" que se reúna la familia para hacer panades (empanadas), rubiols, crespells y, en algunos hogares, la mona de Pascua (que en mi familia consta de un huevo de chocolate comprado en cualquier pastelería o supermercado).
Hoy nos hemos dedicado a hacer panades, lo más bueno e indigesto que podríamos haber hecho.
Las empanadas mallorquinas se diferencian de las del resto de la península en su sorprendente capacidad para matar a una persona adulta de acidez. Sus ingredientes asesinos están en la masa (la manteca de cerdo) y en el relleno (la sobrasada y la panceta); justamente aquello que le dota de cierta personalidad diferente al resto. Su peligrosidad radica en que están buenísimas y no se puede evitar devorarlas aunque se padezca un horrible dolor de estómago.
Entre panada y panada no he podido evitar dejarme llevar por el minimalismo y crear un nuevo concepto para los restaurantes más prestigiosos de toda España.
Masa moldeada con el dedo meñique y un mondadientes; rellena con un guisante y diminutos trozos de panceta y sobrasada para ser finalmente coronada con medio guisante: Nace la "micro-panada".
Una delicia tan solo apreciable para los paladares más exquisitos y refinados, para los verdaderos gourmets.
9 comentarios:
No, no, no, no, no, NO!!! no... NO. No sigamos por ese camino. El universo tiene leyes, leyes que deben respetarse y casi adorarse, leyes inquebrantables que hacen que todo funcione: el agua siga el curso que le ofrezca menos resistencia, el aire no pese 3 toneladas por metro cubico y si algo puede ir mal ira peor. Todo funciona porque se respetan las leyes. Y una de esas leyes dice, literalmente: "Las empanadas deben tener los bordes lejos del centro" Y donde dice lejos quiere decir muy lejos, MUY lejos. Si sigues ese camino el universo implosionara y el centro de la implosion sera el guisante que has puesto encima de esa cosa ridicula, de modo que te pillara cerca.
Y dejando las paridas a parte ¿soy el único que se come la carne y deja la pasta porque siempre esta muy seca, excepto la base que es donde se ha concentrado toda la grasa de la carne y por tanto es lo que esta mas rico?
¡Hola Jill! He visto de chiripa que tenías este blog en el foro de 150% Zombie.
¿Te importa si te linko en el mío?
Por cierto, la panada esa tiene una pinta estupenda, pero la grande, la otra no me sacia ni la vista xD
Tiene todo una pinta buenísima aunque no me puedo creer que no toméis torrijas xD Si algún día voy a Mallorca te llevaré aunque no sea Semana Santa :P
Ben ben bones ;)
JAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!! La micro-panada! Patenta eso pero ya!! xD
Es verdad que nuestras panades son mortales, y más a la mañana siguiente, cuando están ya frías y la grasa líquida se ha transformado en una graciosa mucosidad blanquecina adherida a los trozos de sobrassada, yummmm!!
Por motivos indecibles fui a ver la desfilada del Ku Klux (perdón, las cofradías), y me entretuve enunciando a los clones-cristo. Las viejas querían asesinarme.
"Las empanadas mallorquinas se diferencian de las del resto de la península en su sorprendente capacidad para matar a una persona adulta de acidez."
Esta frase merece estar en un puesto de honor del humor para mallorquines xD.
Estoy con Andreu Jill, registra la patente de la idea, que como la pille Ferran Adrià, te hará de oro y tú no verás ni un duro.
Jajajajaja
¿Diez días?
¿Has tenido 10 días, mientras que en Madrid hemos de conformarnos los estudiantes con 8 días?
¡Igualdad Vacacional ya!
Interesante la receta del panades,¿cuantos estómagos alimenta la versión Adriá? XDXDXDXD.
Perdonad la tardanza, no morí... Simplemente soy una maldita asocial perezosa :D
Kaworu: Casi destruyo el universo xD
Lo siento, procuraré hacerlas bien anchas, con los bordes lo más lejanos posibles del guisante del centro. :P
A mí lo que más me gusta es la pasta... ¡Eres un hereje!
Borja: ¡Buenas! Otro fanático de los zombies. ¡Cada vez somos más los que nos preocupamos por una inminente catástrofe de esas características!
Me parece bien que me linkes (no me voy a quejar desde luego).
Chuchería: ¿Torrijas? ¿Qué es eso? :_D Yo quiero... Si vienes iremos a comer coca de patata, ensaimadas y todo lo típical mallorquín. Volverás con un par de quilos de más (jojojo!).
s18d9: Más te vale opinar eso, que sé dónde vives y me puedo vengar ò_ó
Andreu Romero: ¿Y lo divertido que es hacer enfadar a las ancianitas? A mí me encanta la sustancia extraña que se acumula en la base de fuera de la panada (que es grasa como quemadita). Aish, que rico. >_<
Demóstenes: Los mallorquines no tenemos humor ú_ù Decimos cosas graciosas no por ser simpáticos, sino por pura chiripa. xD (es broma).
Silvia: Tranquila, tengo planeado hacerlas masivamente en mi restaurante de comida española en Japón. ¡Será una delicia sorprendente para ellos!
Alfrodo: Jijiji... ¿Sólo 8 días? Sois pobres de vacaciones... Yo aún sigo disfrutando de mi libertad. :P
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